Tras regresar de un viaje a Londres, donde el director filmó dos cortometrajes, de apoyo a la resistencia en la segunda guerra mundial, volvió para ponerse manos a la obra y realizar su segundo trabajo con David O. Selznick, que quería recuperar a Alfred Hitchcock. El productor quería filmar una película sobre el poder curativo del psicoanálisis, así que el director empezó a buscar una historia, ya que él quería comprar los derechos y ser él quien se los vendiera a Selznick, así fue, Hitchcock adquirió los derechos de una novela titulada La casa del Dr. Edwards.
La guerra está apunto de acabar, pero Hitchcock vuelve a utilizar la trama de los nazis contra el resto del mundo. En este caso, la historia creo que es lo menos importante del film, ya que al director se le presentaba un reto técnico impresionante, no es el único de su carrera, y es que toda la trama está basada en un bote salvavidas, y es más, la cámara con la que ser grabó la película, jamás enfoca al bote desde fuera de este, todo está visto desde el mismo bote, como si la audiencia fuese un naufrago más.
Argentina siempre ha sido un país que me ha gustado, y su cine, por supuesto, también. Y por encima de cualquier nombre dentro de la industria de este país, creo que se encuentra Ricardo Darín, un actor veterano, un ídolo en Argentina y uno de los grandes mundiales. Y este año, ha estrenado Un cuento chino, una película que está dirigida para el actor se luzca y brille con su máximo esplendor. Aunque después el film puede flaquear en algunos puntos, Darín está sublime. La película está dirigida por Sebastián Borensztein, un director que no cuenta con grandes proyectos a sus espaldas, pero que ha firmado un film más que decente.
No leer si no se ha visto la película, Spoilers importantes.
En 1943, Hitchcock seguía trabajando para otros estudios, y Selznick seguía beneficiandose de estos acuerdos. Además, de Inglaterra, país natal del director, no llegaban buenas noticias, la madre de este había enfermado y estaba muy grave, uniendo a que ella se negaba a ser hospitalizada, agravaba más la situación. Así que el director pasó un momento difícil, ya que estaba entre la duda, de ir o no a su país, al final por motivos de trabajo y que el ambiente en Europa no era el idóneo, se quedó en Estados Unidos, donde recibía noticias de su hermano con las nuevas noticias. Al final la madre falleció ese año, y los cercanos a Hitchcock conocieron una faceta de este poco común, ya que en muchas ocasiones abría las puertas donde ocultaba sus sentimientos.
Así, Shadow of a Doubt terminó siendo una película muy personal, donde hay mucho del director puesto en ella, en muchas ocasiones se escuchó que esta es una de sus películas favoritas de las que hizo.
Con esto del fin de exámenes, me he cogido unas vacaciones con respecto al blog, que a veces no tenía tiempo para escribir, y otras estaba demasiado cansado o demasiado vago, según se mire. Pero ya estoy aquí, con retraso, esta entrada la tendría que haber publicado el domingo, como siempre hago con esta sección, pero bueno, un miércoles tampoco está mal del todo.
Pues ya estamos en 1942, y el director sigue dando vueltas por estudios de Hollywood, aunque sus derechos los sigue teniendo Selznick, vuelve a recaer en un estudio independiente, aunque este film, sería distribuido por la Universal.
No leer si no se ha visto la película, Spoilers importantes.